lunes, 24 de agosto de 2009

La neo cuestión


Estamos lejos. Pero no tanto. La distancia a veces engaña cuando se extiende en el tiempo. Estás en crisis. Pero no tanto, ya que podés ver que estás adentro de la misma crisis. Crecés, creciste, crecerás y también lográs verlo. No es tan grave.
Llegamos al mundo para vivirlo y sobrevivirlo. Con razón e instinto. Con educación heredada, adquirida y a transferir. Somos robots con ganas, sensaciones, razones y sinrazones que, si no logran ser, se autodestruyen, destruyen o todo a la vez. Tenemos que ser, sí o sí, de otra forma, seremos máquinas de carne infelices.
Si logramos ser, sabremos lo que es amar, sino seguiremos buscando respuestas ausentes y parciales.
La felicidad está en nosotros, en la búsqueda, en el día a día, en una puesta de sol, en un amanecer, en una luna llena o nueva, en un extremo o quizás en el equilibrio. Somos todo eso y más.
Está en nosotros darnos cuenta que hay que dejar de pedir, exigir y dedicarnos de una vez a ser felices con todo lo que ello implique. Porque si después de todo, vivir en crisis e infelices es más fácil y no requiere tanto esfuerzo, ¿porqué no serlo? De vos depende.
Elegí y respondé. Con toda tu verdad y sin anestesia. ¿Querés ser feliz y trabajar para ello o vivir en el ocio de la cómoda y engañadora infelicidad? He ahí la neo cuestión.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Otro 19 del 8


Otro 19 del 8. Del orto por momentos. No quiero cumplir más. No me gusta cumplir. Me suena a obligación y no me agradan las obligaciones. Prefiero los placeres que no son obligados. Quisiera cumplir por elección. Incluso por erección. Elegir el momento. Siempre me enfermo (literalmente) en esta fecha o en sus alrededores. Síndrome de Peter Pan o vaya uno a saber qué engendro mental se mete en mi cabeza y la revoluciona un rato. Después se pasa y se convierte en una fecha más. Es eso. Ni más ni menos. Hay que dejar que venga, exista y pase. Ese
es el desafío anual. No se en qué momento me perdí y la ansiada (y ansiosa) cuenta regresiva se convirtió en una veloz carrera de días que llega a su fin cada año más rápido. Los regalos que antes deseaba con deseo casi enfermizo están más lejanos. El cumple ahora son las ganas de quienes me quieren para que me sienta bien.