Soy sólo mi sombra, pero todavía tengo luz para dar (aunque de bajo consumo). Influenza oficialista que me consumió hasta el ahora. Unos pocos peligros sensatos marcan mi presente. Patricio Rey está preso en esta ciudad conmigo. Hoy logré alcanzar cierta paz en el vicio de mi existencia. Busco en mí esa dosis de locura re-despierta hace poco para que me guíe hacia el infinito de estas letras. Encuentro un salvavidas desinflado pero que no está pinchado. Sólo fue perdiendo el aire que me tiene y man-tiene ass-mático. El poder es mi triste ventolin desde hace tres años. Necesito morir para resucitar y de-mostrarme que hay vida después de esta cárcel. Soy un presidiario con carceleros ajenos a mi condena. Un buscador eterno de sensaciones que tienden a dejarme buscando. Saber que mi legado está en camino pero percibiendo que no hay padre suficiente. Quiero verlo nacer. Sentirme inmortal. Explorar los confines de mis más profundos deseos de seguir vivo a pesar de la humana limitación.
Las letras me llevan por el camino del deseo de escribirlas y nada puedo hacer más que someterme a ellas. Padre e hijo unidos en letras, en amor y en inevitable sentimiento egoísta de dar a luz una nueva existencia más allá de cualquier contexto. Ya soy padre y todo lo demás es relativamente intrascendente. Amor, sexo, dinero, ganas, seguridad, estabilidad, egoísmo, se desvirtúa…
Las letras me llevan por el camino del deseo de escribirlas y nada puedo hacer más que someterme a ellas. Padre e hijo unidos en letras, en amor y en inevitable sentimiento egoísta de dar a luz una nueva existencia más allá de cualquier contexto. Ya soy padre y todo lo demás es relativamente intrascendente. Amor, sexo, dinero, ganas, seguridad, estabilidad, egoísmo, se desvirtúa…
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